viernes, 8 de junio de 2012

Embarazo Precoz y Enfermedades Venéreas



Las Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS) en las madres embarazadas tienen efectos nefastos en el desarrollo del feto y sus repercusiones en el crecimiento del pequeño son severas; incluso, pueden ocasionarle la muerte antes de nacer.
Por eso, toda mujer antes de embarazarse debe practicarse los exámenes necesarios para descartar cualquiera de este tipo de enfermedades. “Es conveniente realizarse pruebas de laboratorio para detectar a tiempo los problemas y, de esa forma, evitar inconvenientes durante la gestación”, opina Germán Arango, ginecólogo de la Unidad de Fertilidad de la Clínica de la Mujer.
Además, durante el embarazo se aconseja someterse, por lo menos, a tres revisiones periódicas, debido a que las mujeres embarazadas siguen manteniendo relaciones sexuales con su pareja y se exponen a contagiarse. Este tipo de controles deben estar encaminados a diagnosticar la sífilis, la gonorrea, el herpes genital y el sida (VIH), principalmente.
Un aspecto general de las ETS es que son adquiridas y dependiendo de la bacteria o el virus, se manifiestan en mayor o menor tiempo. En algunos casos, como por ejemplo la gonorrea, los gérmenes ascienden por el útero y hacen que se rompa el saco gestacional, provocando un parto prematuro. Las infecciones que se transmiten por vía sanguínea, como la sífilis, llegan al feto a través de la placenta.
Cuando la mujer está infectada, se suele realizar el parto por cesárea para evitar que el bebé pase por el canal vaginal. No obstante, hay posibilidad de que se infecte.
Para tratar estas enfermedades durante el embarazo, la clave es detectarlas precozmente.
Algunos medicamentos tienen restricciones y se deben reemplazar por otros menos agresivos, pero con el mismo efecto. “Se busca la opción más eficaz y con menos repercusiones para el bebé”, afirma Arango.
Daños irremediables para madre e hijo
Los efectos de las venéreas en el desarrollo del feto son severos y van desde el nacimiento prematuro hasta daños en los ojos, los huesos o el cerebro.
Con la sífilis, el feto sufre alteraciones en su formación corporal o en la constitución de sus mecanismos de defensa. Puede nacer antes de tiempo, con ampollas en las palmas de las manos y en las plantas de los pies.
La gonorrea ocasiona conjuntivitis gonocócica, que genera ceguera irreversible.
El herpes genital origina una enfermedad herpética generalizada, provocando la muerte del bebé.
El virus del sida se manifiesta en los niños con los síntomas característicos del síndrome, pero sobre todo con neumonía. Si hay un tratamiento adecuado, madres con VIH pueden tener niños sanos.